Es un libro que explora las particularidades y fundamentos del derecho penal en el contexto de un Estado que se define como social y democrático. Publicado por la editorial Ibáñez, esta obra profundiza en cómo el derecho penal se articula con los principios de justicia, igualdad y protección de los derechos humanos que rigen en un Estado moderno. El autor analiza los desafíos que enfrenta el derecho penal en la actualidad, como la necesidad de equilibrar la seguridad pública con el respeto a las libertades individuales. Se abordan temas como la criminalización de conductas, el debido proceso, la protección de los derechos de los acusados y las víctimas, así como la función del derecho penal como herramienta de control social. A lo largo del libro, se plantean debates sobre la eficacia de las políticas penales, la forma en que éstas pueden ser influenciadas por factores sociopolíticos y cómo el derecho penal puede ser utilizado para promover un sistema más justo y equitativo. Además, incluye un análisis crítico de diversas reformas y regulaciones y de su impacto en la vida de los ciudadanos. En resumen, esta obra sirve como una reflexión sobre la evolución del derecho penal en el marco de un Estado democrático que busca sustentar sus pilares en el respeto a los derechos fundamentales y en la búsqueda de una justicia equitativa y social.