Roma no es solo una ciudad, es un universo entero que te atrapa y sacude. Roma es un caos maravilloso que te roba el aliento desde el minuto uno. No hace falta ser experto en historia para sentir que cada rincón, cada adoquín, tiene algo que contar. Este libro no va de listas de monumentos ni de datos aburridos, va de la Roma que se vive, la que se saborea y la que te deja anécdotas para siempre. Aquí se habla de las mujeres romanas, que parecen haber bajado de un cuadro renacentista, y de los porteros que lo saben todo, pero no cuentan nada. También hay paseos por las colinas, charlas en bares escondidos y recuerdos de un cine italiano que te golpea directo al corazón. ¿Y qué decir de la comida? En Roma, hablar de pasta o vino es como hablar de filosofía, pero más divertido. Este libro es un brindis a Roma, a su belleza y sus historias que parecen eternas. Es un viaje sin prisas por una ciudad que no tiene miedo de ser ruidosa, dramática y completamente fascinante. No es solo para leer, es para imaginarte ahí, con un gelato en la mano, viendo cómo la ciudad hace lo que mejor sabe hacer: quedarse contigo para siempre.