El modelo de descentralización desafía el tradicional europeo-norteamericano. La iglesia, a través de este modelo tradicional, generalmente ha centrado su misión y sus programas dentro de los lugares de culto. Ese factor ha contribuido a descuidar el conocimiento y la comprensión de la cultura y las tradiciones de los inmigrantes que viven en grandes cantidades alrededor de los edificios de sus iglesias. A través del modelo de descentralización, tendemos a sacudir las estructuras actuales y convertirnos en una congregación dentro de un entorno donde las personas pueden sentirse bienvenidas y abrazadas como una verdadera familia en Cristo. Este modelo puede crear cierta incomodidad para aquellos que ya están asimilados a la forma tradicional de hacer iglesia, pero el factor más importante es que proporcionará a la mayoría de los recién llegados/as grandes oportunidades para practicar y crecer en su fe, adorar libremente y ser cuidados como hijos/as del Dios vivo.