¿Estamos buscando la vida eterna? ¿La inmortalidad? ¿No volver a morir nunca más? ¿Y ser felices?

¿Queremos vivir en un ambiente idílico donde nuestro corazón estará en paz para siempre y no tendremos que luchar por comida o refugio?

¿Una tierra de bienaventurados donde no seremos acosados ​​ni abusados? ¿Y donde todos nuestros vecinos serán amorosos y compasivos?

En realidad, hay una fuente de vida de la que podemos beber para alcanzar esta vida eterna y la inmortalidad, y esta fuente son las enseñanzas de Jesús que son un manantial interminable del agua de vida que fluye del reino de Dios.

Jesús nos dijo (Juan 4:14), que el que beba del agua que Él nos dará, nunca tendrá sed y se convertirá en nosotros en un manantial de agua que surge hacia la vida eterna.

Si no tenemos fe y no conocemos ni nos preocupamos por el mundo espiritual y estamos de acuerdo con las mentiras de los enemigos de Dios en este mundo, viviremos con nuestras almas en esclavitud permanente y con una sed espiritual interminable de amor, esperanza y alivio de nuestro sufrimiento en este mundo.