La luz es peligrosa y temible; la oscuridad significa calma, paz, tranquilidad..., Shiro lo sabe mejor que nadie. La luz es sinónimo de hikaris. Los demonios del pasado campan a sus anchas bajo ella y, quien se topa con uno, puede darse por muerto. Es mejor estar bajo tierra, en la oscuridad, donde no pueden llegar. Shiro siempre ha sido consciente del orden de las cosas en el Subterráneo y pone todo su esfuerzo en pasar inadvertido; pero, en una sociedad en la que reina la oscuridad, donde los tonos negros predominan y los claros son castigados, es casi imposible sobrevivir. ¿Acaso tiene él la culpa de que sus ojos sean rojos como los de los demonios? ¿Acaso tiene él la culpa de que su piel brille? ¿Tiene él la culpa de haber nacido albino?