La intención apunta a las cercanas realidades del mundo actual, con un mercado ampliado internacionalmente, fronteras abiertas, la competencia al orden del día y la acuciosa necesidad no sólo de interpretar esa realidad, sino de desempeñar el sagrado oficio de informar adecuada y oportunamente, oficio del orfebre contable, hilando en la rueca del pasado, la madeja del futuro. La verdad en estos menesteres debe ser única, íntegra y consecuente con lo que se informa, allí subyace el secreto de nuestro orfebre oficio, enfrentando cada día el rigor de la norma, la vicisitud de la interpretación y la presión de los diferentes usuarios; no hay otra escapatoria que la verdad de fondo, donde prime la sustancia sobre la forma, ese es el ideal de este libro: consolidar, pero hacerlo bien. La regulación tributaria, de otro lado, ha alcanzado la movilidad contable de la consolidación, en primera instancia con la información en medios magnéticos de los grupos económicos y en segunda instancia con los precios de transferencia, donde se obliga a los conglomerados económicos, que realicen operaciones con vinculados en el exterior, a presentar la declaración informativa y la documentación comprobatoria consolidadas. Esto es, sin duda, un campanazo para que en adelante la consolidación sea tomada con la rigidez conceptual y la práctica que las circunstancias ameritan. El punto importante de todo este discurrir de ideas y matemáticas contables, es la imperante necesidad del momento de enfrentar la competencia mundial, con Tratado de Libre Comercio a bordo, a través de conglomerados económicos como una sana medida de colaboración empresarial. Ahí toma vigencia la norma contable y la norma tributaria para exigir informes, no sólo individuales sino consolidados. No queda más que esperar que el lento despertar de las economías tercermundistas hacia los mercados internacionales, sea para bien de la humanidad y que nuestro orfebre contable no sea inferior a los retos que la nueva sociedad de consumo y servicio le imponen. Se plantea la alternativa consolidada como una respuesta a la realidad actual, y se bosqueja en ella no sólo la garantía de informes adecuados y obligatorios, sino la lectura de una realidad que puede quedar oculta en estados financieros individuales. Lo importante de esta disciplina no es sólo aprender a consolidar sino entrar en la cultura del buen hacer informativo. Si esto se logra, se ha transcendido de lo meramente legal a lo altamente beneficioso para los conglomerados económicos que estén ávidos de una adecuada información, que lo más seguro es que sean todos. Como siempre se ha dicho en tareas de esta índole, no se ha pretendido agotar el tema, pero sí se trata de participar en el inmenso mar de inquietudes, aportando aquellas simples cosas que se logran a través de la conceptualidad y la práctica y dejando en manos de la sabia y oportuna crítica, las labores que nos impondrá en el mañana, en atención a su cuidadoso análisis.