Este apasionante libro nos cuenta una historia costumbrista de los años sesenta madrileños. Es un relato, escrito casi a modo de anecdotario, en el que se desgranan vivencias y sentimientos de una familia en el Madrid de los Austrias, a caballo entre la plaza Mayor y el Rastro. Una historia salpicada de mil anécdotas divertidas vista a través de los ojos de un niño que va descubriendo los avatares de la vida en compañía de sus hermanos, con un fondo triste provocado por un padre artista atormentado por su pasión por la pintura. Los colegios, la Navidad, las vacaciones en Frigiliana, las celebraciones, los fines de semana con los abuelos, los domingos del Rastro, los viajes en Metro, la descripción de la casa familiar, en la calle de Concepción Jerónima, y de todos los vecinos que la habitaban, parecen una película en blanco y negro impregnada de sentimientos profundos, que engancha y que no quieres terminar de leer y dejar capítulos para mañana. Este libro te ayuda a comprender el pensamiento y la forma de vida en una década importante de nuestro tiempo, que construyó los cimientos de la sociedad de nuestros días.