La política estadounidense se encuentra en un momento determinante con la reciente renuncia del presidente Joe Biden, abriendo un nuevo capítulo en la historia política de la nación. La dimisión de Biden, aunque inesperada para algunos, ha suscitado intensas discusiones sobre sus motivaciones y las implicaciones para el futuro del Partido Demócrata. Mientras se exploran las razones detrás de su decisión, ya sea como resultado de presiones externas o una estrategia interna del partido, surge una oportunidad para Kamala Harris, la actual vicepresidenta.

La renuncia de Biden ha sido interpretada de diversas maneras. Algunos analistas sugieren que la decisión puede haber sido impulsada por una combinación de factores personales y presiones externas. Problemas de salud, cuestionamientos sobre su capacidad para completar un segundo mandato y las exigencias inherentes al cargo podrían haber influido en su elección de dimitir. Alternativamente, se ha propuesto que la renuncia podría ser una estrategia del partido para facilitar una transición suave hacia un nuevo liderazgo sin enfrentar una batalla electoral en un momento de incertidumbre política.

En este contexto, Kamala Harris se presenta como una figura central en la narrativa política emergente. Como la primera mujer negra y surasiática en ocupar el cargo de vicepresidenta, Harris tiene la oportunidad de convertirse en la primera presidenta negra y asiática de Estados Unidos, un hito histórico que podría redefinir la política estadounidense. Su ascenso a la presidencia no solo representa un avance en términos de diversidad y representación, sino que también plantea preguntas sobre cómo utilizará esta oportunidad para consolidar su liderazgo y abordar los retos que enfrenta el país.

La candidatura de Harris a la presidencia presenta una serie de oportunidades y desafíos. Por un lado, su experiencia como vicepresidenta le otorga una ventaja en términos de conocimiento y continuidad en las políticas actuales, lo cual puede ser visto como un factor estabilizador para el partido y la nación. Por otro lado, enfrentará el reto de consolidar su posición dentro del partido y captar el apoyo de una base electoral diversa, al mismo tiempo que enfrenta las expectativas y presiones de su nuevo rol.

En el libro se presenta una encuesta de opinión, unas tipologías y reflexiones finales.