En una Hispania convulsa y dividida, tras la caída del Imperio romano de Occidente, los cimientos de una nueva nación comienzan a forjarse entre intrigas palaciegas, guerras fratricidas y la colisión de dos fes enfrentadas.

Hispania, siglo VI nos transporta al turbulento reinado de Leovigildo, un monarca visigodo determinado a consolidar su poder en una península aún fragmentada. Su ambición lo lleva a fundar una ciudad monumental para su hijo Recaredo, símbolo de unidad y continuidad dinástica. Pero en las sombras del trono se agita el espíritu rebelde de Hermenegildo, primogénito del rey, que al abrazar el catolicismo desafía la fe arriana dominante y pone en jaque el frágil equilibrio del reino.

Entre el fanatismo y la razón, entre el honor guerrero y la ambición imperial, se desarrolla un drama épico donde las pasiones humanas modelan la historia. Con un estilo narrativo poderoso y riguroso, la novela entrelaza hechos verídicos con ficción histórica, sumergiendo al lector en la Hispania visigoda como pocas veces ha sido contada: brutal, hermosa y trágica.

Más que un relato de disputas sucesorias, esta obra es una meditación sobre la fe, el poder y el destino de un pueblo. A través de sus personajes —reyes, monjes, guerreros y doncellas— se revela la fragilidad de las alianzas, la fuerza de las convicciones y el precio de la traición.

Hispania, siglo VI es una obra imprescindible para quienes buscan comprender los orígenes de la identidad hispánica, en una época donde el porvenir de toda una civilización pendía de la voluntad de unos pocos hombres y de los designios del cielo.