Después de un fracaso amoroso, Pam se toma unas vacaciones sola en París. Uno de los días decide ir a Disneyland, un sitio que quiso visitar desde niña. Allí conoce a Peter, que va junto a sus sobrinos a pasar el día en el parque de atracciones, mientras su hermana y su cuñado disfrutan de la capital francesa. Ese día se convierte en un encuentro muy especial para ambos. Aun así, ninguno de ellos tiene intención de volver a verse, pero la última noche en París coinciden y surge algo mágico entre ambos. A su vuelta a Londres cada uno retoma su rutina, tal y como habían acordado hacer, pero el destino o la magia decide que sus vidas vuelvan a cruzarse una y otra vez hasta que Peter y Pam descubran que están unidos de una manera que va más allá de sus planes iniciales.