Hay muy poco de valor genuino que podamos lograr en nuestras vidas si no creemos que un ser superior ha creado el universo incluyéndonos a nosotros y que este Creador nos ama y quiere lo mejor para nosotros y nuestras familias.

Si no tenemos fe en Dios, nuestra fe está en este mundo y en nuestra agenda.

Ésta es una forma peligrosa de vivir porque vivimos en un mundo de mentiras y engaños.

Debemos ser conscientes de que todo lo que hacemos que no proviene de nuestra fe en Dios es obra nuestra y, en ese sentido, carece de protección y es vulnerable a las trampas de Satanás. Y si no tenemos fe, Dios no puede ayudarnos. Durante Su ministerio en esta tierra, Jesús no pudo ayudar a los incrédulos que lo rechazaron.

Si no tienes fe, estás en peligro. Tu seguridad estará determinada por cuánto tiempo y atención le des a Dios y Su Palabra en esta vida.

¿Por qué nos resulta tan difícil hoy en día tener fe en nuestra herencia divina?

Porque una élite malvada, rica y poderosa, todos seguidores de Satanás, que dominan a la humanidad, está trabajando activamente para quebrantar nuestra voluntad y desmoralizarnos a través del miedo y la inmoralidad para controlar nuestras vidas.

Si insistimos en caminar por vista y no por fe en este mundo, debemos saber que todo lo que no proviene de la fe, proviene del maligno.