"El retrato de Dorian Gray", publicada en 1890, es una obra maestra de Oscar Wilde que explora los límites de la estética y la moralidad a través de la historia de un joven cuya belleza queda inmortalizada en un retrato, mientras su propia vida se sumerge en la decadencia. Con un estilo ingenioso y aforístico, Wilde utiliza el diálogo brillante y la prosa poética para profundizar en temas de hedonismo, superficialidad y la dualidad del ser humano. En un contexto literario marcado por el esteticismo y el simbolismo, este libro se erige como un comentario sobre la obsesión victoriana con la apariencia y el deseo, a menudo desafiando las normas sociales de su tiempo. Oscar Wilde, un destacado dramaturgo y poeta irlandés, vivió una vida marcada por el escándalo y la controversia. Su propia experiencia con la sociedad victoriana, que limitaba la expresión individual y la libertad sexual, influyó en su escritura. "El retrato de Dorian Gray" surge en un periodo en el que Wilde exploraba la dualidad entre el arte y la vida, convirtiéndose en un vehículo para expresar su crítica a la hipocresía de su época y su deseo de vivir con autenticidad. Recomiendo fervientemente esta obra por su profundidad filosófica y su capacidad de provocar una reflexión crítica sobre la moralidad y el arte. La complejidad de sus personajes y la atmósfera decadente cautivan al lector, convirtiendo la lectura en una experiencia enriquecedora e inolvidable; es un texto esencial para comprender la literatura moderna y la condición humana.