"Alicia en el País de las Maravillas", escrita por Lewis Carroll, es una obra fundamental del género literario infantil, pero que trasciende las fronteras de la niñez para abordar cuestiones filosóficas y lógicas. Carroll utiliza un estilo narrativo onírico y absurdo, caracterizado por diálogos ingeniosos y situaciones surrealistas que invitan al lector a cuestionar la lógica del mundo. La narrativa, ambientada en un país de maravillas lleno de personajes peculiares y escenarios fantásticos, refleja la influencia del siglo XIX y la revolución industrial en la literatura, mostrando una crítica sutil a las convenciones sociales de la época. Lewis Carroll, seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson, fue un matemático y fotógrafo británico que se destacó por su aguda imaginación y su interés en la lógica y el lenguaje. Su experiencia académica en el ámbito de las matemáticas y su fascinación por el juego de palabras influyeron profundamente en la creación de este relato. La historia de Alicia, inspirada en una de las hijas del amigo de Carroll, se sitúa en una época en que la evolución del pensamiento infantil comenzaba a demandar obras literarias que respondieran a la curiosidad y el asombro de los jóvenes lectores. Recomiendo "Alicia en el País de las Maravillas" tanto a niños como a adultos, ya que su complejidad y profundidad invitan a múltiples lecturas y así, al descubrimiento de nuevas interpretaciones. La obra ofrece un viaje fascinante a través de la lógica, la identidad y la absurdidad, lo que la convierte en un clásico atemporal que continúa fascinando a generaciones.